h1

Mediterráneo

25 May, 2012

Lo llevamos en la piel. Llega el calor y el cuerpo pide Mediterráneo, de Algeciras a Estambul.

Los ojos buscan azul; el cuerpo, calma; el alma, paz. Y el corazón, quizá un amor que recordar. ¿Y todo eso lo tiene el Mediterráneo? Todo eso y más.

Y, de añadidura, estos cuatro destinos.

1. Menton (Francia). Donde mi amiga Laura se enrolló, por fin, con Roberto. Pero eso no es ahora nuestro. Menton es un lugar precioso (foto) en la frontera con Italia, a 8 km de Mónaco y a 40 del aeropuerto de Niza. Playas preciosas, microclima tropical, jardines, gastronomía y turismo «chic», a mitad de camino entre la vanguardia y la Belle Époque.

2. Bodrum (Turquía). Es una especie de Saint-Tropez a la turca, mezcla de «glamour» y tradición otomana. Dominada por un castillo del siglo XV, en la ciudad conviven alminares y molinos con un puerto deportivo y hoteles de lujo. Compras, playa, mestizaje y un aire muy cosmopolita.

3. Apulia (Italia). Sol, pasta y vino. Un lugar privilegiado entre dos mares, el Jónico y el Adriático. Monumentos, olivos y hospitalidad. ¿Lo mejor? Alojarse en un «trulli», las casitas de techos cónicos propias de la zona.

4. Costa Brava. Cómo no. El Mediterráneo más «completo» está en España, con el añadido de la mejor gastronomía. De Roses a Cadaqués. Un azul limpio, playas preciosas, pequeñas calas, acantilados y pinares. El mejor contraste entre mar y montaña. Los paisajes que enamoraron a Dalí e inspiraron a Serrat, casi sin salir de casa.

Un paraíso al alcance de cualquiera.

No me digas que no te apetece.